miércoles, 5 de mayo de 2010

SENSACION Y PERSEPCION


Todos los seres humanos percibimos el mundo exterior a través de los sentidos, pero nuestra percepción depende también de experiencias anteriores. Constantemente nuestros sentidos son bombardeados por multitud de estímulos; Un estímulo es la energía física que produce una excitación en un órgano sensorial.
Los sentidos nos ofrecen un panorama interesante del mundo, pero no siempre son capaces de transmitirnos una imagen exacta de la realidad. De hecho construimos cantidad de instrumentos para amplificar nuestros sentidos.
La sensación consiste en detectar algo a través de los sentidos y los receptores de sensación internos sin que aún haya sido elaborado o tenga un significado.
La percepción no es sólo una mera suma de los estímulos que llegan a nuestros receptores sensoriales, sino que cada individuo organiza la información recibida, según sus deseos, necesidades y experiencias. El cerebro transforma inmediatamente los mensajes sensoriales en percepciones conscientes.
La percepción es un proceso constructivo por el que organizamos las sensaciones y captamos conjuntos o formas (gestalt) dotadas de sentido.
La integración de cada persona al ambiente en el que se desarrolla, depende de su capacidad perceptiva. Si analizamos esta definición obtenemos que la percepción:
Es un proceso constructivo que depende de las características del estímulo y de la experiencia sociocultural y afectiva del sujeto perceptor.
Es un proceso de información-adaptación al ambiente. El objetivo de la percepción es dotar de sentido la realidad que vivimos, facilitarnos información sobre el mundo y permitir nuestra adaptación al entorno.
Es un proceso de selección. Como la información que recibimos es excesiva los recuerdos del individuo son limitados, percibimos lo que es relevante para nosotros en cada circunstancia. Esta selección se produce mediante la atención.
La atención es una actividad consciente que inhibe lo que pueda interferir, orienta los sentidos, los sistemas de respuesta y los esquemas de conocimiento residentes en la memoria.
Existen cuatro fases en el proceso de la percepción:
Detección: Cada sentido dispone de un receptor, grupo de células sensibles a un tipo de estímulo.
Transducción: Parte de nuestro talento natural depende de la capacidad del cuerpo para convertir un tipo de energía en otro. Los receptores convierten la energía del estímulo en mensajes nerviosos.
Transmisión: Cuando ésta energía tiene la suficiente intensidad, desencadena impulsos nerviosos que transmiten la información codificada, sobre las características del estimulo, hacia diferentes partes del cerebro.
Procesamiento de la información: Nuestros órganos sensoriales detectan energía y la codifican en señales nerviosas, pero es el cerebro quien organiza e interpreta la información en forma de experiencias conscientes.
La sensación se origina cuando el órgano de un sentido (receptor) es estimulado por una energía física (color, olor, etc.). Nuestro cerebro organiza la información que proviene de los sentidos y otorga un significado a las sensaciones.
Los seres humanos disponemos de cinco sentidos que nos informan del mundo exterior, llamados exteroreceptores (gusto, oído, tacto, olfato y vista). También contamos con otros que reciben información de nuestro organismo (interceptores) y otros que nos informan del movimiento (propioceptores).
Exteroceptores:
Gusto: Sentido de carácter químico, nos permite percibir muy pocos sabores. Básicamente son sólo cuatro (dulce, salado, ácido y amargo). La riqueza de gustos se consigue combinando estos cuatro.
Olfato: Sentido químico. El estímulo son las sustancias volatilizadas, que excitan los receptores presentes en la parte superior de las fosas nasales.
Visión: La mayor parte de información exterior que se obtiene es visual. La vista es considerada el sentido por preferencia en los seres humanos. Los ojos son, el órgano más importante y trabajan juntos para transmitir imágenes al cerebro a través del nervio óptico.
Audición: Es fundamental para la comunicación por medio del lenguaje. Somos muy sensibles a las diferencias de sonido y podemos detectar las diferencias entre millares de voces humanas.
Tacto: Nuestra sociedad inhibe el tacto porque lo asocia al interés sexual, aunque el afecto no es lo mismo que el sexo.
Propioceptores:
Sentido cinestésico: Nos informa de la posición relativa del cuerpo y de lo que hace durante el movimiento; también regula la tensión muscular del organismo.
Sentido vestibular: Proporciona información sobre el movimiento y orientación de la cabeza y el cuerpo respecto a la tierra conforme se desplazan las personas.
Interoceptores:
Sentido orgánico: Nos indica es estado de nuestros órganos internos a través de las células viscerales.
La capacidad humana de recibir estímulos es limitada, no podemos tener sensación de todo. En nuestra sensación existen diferentes umbrales:
Umbral absoluto:
Es la cantidad mínima de estímulo que necesitamos para detectar algo (umbral inferior) y también la cantidad máxima de estímulo que podemos recibir, es decir, el límite superior por encima del cual no sentimos más (umbral superior).
Umbral diferencial:
Es la diferencia de intensidad del estímulo necesaria para notar un incremento o una disminución ante un estímulo previo. Cuanto más pequeño es el cambio que podemos detectar, mayor es nuestra sensibilidad.
El estudio de la organización perceptual consiste en descubrir los factores responsables de que las sensaciones aparezcan como totalidades unitarias y coherentes ante nuestra experiencia.
En el análisis de la percepción humana podemos resaltar tres perspectivas psicológicas: asociacionista, escuela de la forma y cognitiva.
Asociacionista:
Considera que la percepción es un “mosaico de sensaciones”. Sin embargo, la percepción es un todo más complejo que la suma de sus componentes. Percibir es dotar de sentido a un acontecimiento.
Escuela de la forma (Gestalt):
Rechazan la creencia del sentido común (“vemos el mundo tal y como es”) y defienden la naturaleza holística del proceso perceptivo, resumido en la frase: “el todo el mayor que la suma de las partes”.
La forma es un esquema de relaciones invariantes entre ciertos elementos y relativamente independiente de las características físicas en las que se encuentra materializada.
Cognitiva:
Considera que cada individuo aprende a percibir y utiliza esquemas cognitivos (conjunto de conocimientos almacenados en su memoria) para interpretar la realidad. Si comparamos a una persona con un ordenador, observamos que la máquina recibe información externa pero dispone de un programa, instrucciones para tratar los datos. De forma similar, el sujeto dispone de esquemas cognitivos para poder interpretar la información que recibe del mundo.
La sensación es detectar algo sin saber qué es, mientras que la percepción es reconocer un objeto específico. Desde este punto de vista, las sensaciones corresponden a la recopilación de información y la percepción se relaciona con la interpretación de la información.
Las percepciones humanas se caracterizan por tener un diseño determinado, una forma estable y constante, unas cualidades sensoriales, carácter de corporeidad y manifestación en el espacio objetivo. La percepción no es una simple experiencia sensorial, posee un determinado significado y resonancia afectiva. Varios factores influyen en nuestra percepción:
Factores externos:
Intensidad: Cualquier modificación estimular suele llamar nuestra atención.
Repetición: Tiene gran importancia en la propaganda comercial, de ahí que se repitan tanto los anuncios.
Tamaño: Los objetos grandes, atraerán nuestra atención con mayor probabilidad que los de menos tamaño.
Novedad: La percepción de objetos no habituales se fija con mayor facilidad.
Factores internos:
Atención: En todo momento somos conscientes de un número limitado de estímulos.
Motivos: Hacen que la percepción sea selectiva.
Intereses y valores: Atendemos a los aspectos de la realidad que nos interesan más.
Características del observador: Los deseos y las actitudes, la personalidad y la situación afectiva del observador influyen en la percepción.
Cultura: Ejerce un papel fundamental en la percepción; nos han enseñado a percibir y este aprendizaje condicionará nuestra perspectiva.
Nuestros sentidos no son siempre capaces de transmitir una imagen fiel de la realidad. Los trastornos de la percepción tienen distintos niveles:
Agnosia:
Capacidad de identificar o reconocer estímulos por un sentido particular aunque la persona tenga bien su capacidad intelectual.
Ilusiones:
Es una deformación del objeto percibido, debido a una percepción falsa o a un error en el reconocimiento. Se distinguen varios tipos de ilusiones:
Por falta de atención: Son frecuentes en la vida cotidiana.
Ilusiones catatímicas: Deforman los objetos o situaciones por influencia de los sentimientos o emociones.
Pareidolias: Son ilusiones fantásticas, propias de la imaginación. Consiste en darle forma definida a algo que no la tiene.
Alucinaciones:
Son percepciones sin objeto. Según el canal sensorial por el que se perciben, se dividen en:
Acústicas: Se experimentan como ruidos, voces o murmullos. Suelen ser desagradables para los pacientes.
Visuales: Se presentan en personas con trastornos orgánico-cerebrales y en intoxicaciones graves. Suelen ver objetos móviles, animales, personas de pequeño tamaño, caras grotescas que se burlan de ellos.
Gustativas y Olfativas: Se presentan en algunas personas deprimidas y esquizofrénicas que, influidas por sus delirios, pueden sentir olor a veneno en su comida o incluso saborearlo.
Táctiles: Se refieren a sensaciones en la piel como picores, pinchazos o corrientes eléctricas por la piel.
Las alucinaciones pueden ser, además, de varios tipos:
Fisiológicas: Son experiencias perceptivas que acontecen antes de dormir o durante el sueño, pero no son patológicas.
Por lesión de los receptores: El sujeto está convencido de que lo que percibe es real, como la persona que siente un miembro que le ha sido amputado.
Oníricas: Son producidas por lesiones difusas del sistema nervioso y por infecciones o intoxicaciones. Es la típica del delirium tremens.
Producidas por sustancias psicodélicas (LSD 25): Esta sustancia produce una modificación del componente afectivo de la percepción y modificaciones del espacio y tiempo.
Características de la esquizofrenia o psicosis crónicas: Las alucinaciones auditivas e ideas delirantes son síntomas de estos desórdenes mentales.

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